martes, 24 de febrero de 2015

MICRORRELATO

 Érase una vez un señor cascarrabias que siempre estaba amargado y no sabía por qué. Tenía de todo, era multimillonario, tenía mujer y un niño. Solo le faltaba una cosa; la felicidad. A la mañana siguiente se encontró con uno de los empleados de su fábrica entrando en una casa vieja y muy pequeña dando besos a sus niños y a su mujer, diciendo: 

-¡Para comer hoy tenemos pollo!

Al ver lo poco que tenían y que eran felices, el señor empezó a pensar  por qué ellos eran felices y él no siendo superior. De repente un día durmiendo se le apareció un ángel y le dijo:

- Para ser feliz solo tienes que ser amable y generoso con todo el mundo.


El siguió su consejo y al final fue feliz toda la vida.



                                                                                                DAVID PEÑA TEJA 3ºA

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