Eran las
7:00 de la mañana, mi despertador comenzó a sonar, me desperté entusiasmada, era
mi primer día de trabajo. Había insistido mucho para conseguir este trabajo.
Juan, mi
mejor amigo y yo, queríamos hacer un viaje a Roma, ya que desde siempre había sido nuestra ciudad favorita. Ya teníamos mirados los billetes y el hotel, habíamos preparado decenas de rutas turísticas para realizar. Solo nos faltaba una
parte del dinero. Solo faltaba un mes, y ya podríamos viajar. Mi jefe llamado
Alfonso, era una persona amable y respetuosa, pero tenía un problema con el
juego y las apuestas.
Al cabo de
unas semanas, ya casi no quedaba nada por realizar, los pedidos estaban hechos,
los proovedores habían quedado satisfechos con el trabajo realizado, habíamos ganado mucho dinero, Alfonso estaba encantado.
Una noche, cuando ya cerrábamos Alfonso decidió coger una cantidad de dinero e irse al casino. A la mañana
siguiente nos enteramos de que había perdido la mayoría del dinero, estábamos todos enfadados, no teníamos solución,
ya que no podíamos ganar tanto dinero en tan poco tiempo.Le contamos a Juan el problema decidió ayudarnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario