Texto narrativo sergio

REIBON Y LOS DEMANOS
Esta es la historia de 50 hombres sin miedo, que lo único que les hacía mirar hacía adelante era el odio que corría por cada una de sus venas,50 hombres sin escrúpulos,50 hombres sin miedo a matar,sin miedo a ser matados y sin miedo a nada.Se hacían llamar demanos y era un grupo de guerreros comandado por un hombre llamado Reibion, no luchaban por un ejercito, no luchaban por un territorio y no luchaban por su familia, lo único que querían era ser recordados, habían luchado en las batallas mas grandes y importantes jamas vistas y nunca luchando por nadie, luchaban por ellos mismos sin ayudar a nadie cortando cabezas sin importar la de quien, se cobraban miles de vidas en cada batalla y cuando lo creían oportuno se retiraban dejando tras de ellos miles de vidas destruidas y ejércitos desencajados.

Pero un día llegaron a sus oídos palabras que desearían no haber oído jamas, según los rumores había un nuevo grupo de 300 guerreros mejores que ellos llamados Espartanos comandado por su rey Leonidas, Reibon le dijo a sus hombres que no había de que preocuparse que les podrían ganar y pronuncio estas palabras: -¡Demanos¡¡no entiendo el gesto de preocupación en vuestras caras, nos enfrentaremos a hombres que tienen corazón ,que tiene familia, que tienen patria por la que luchar...! ¡y eso! ¡los hace deviles! ¡nosotros luchamos con las espada,no con el corazón, nosotros luchamos por el hombre que tenemos alado, no por nuestro hijo o nuestra mujer y nosotros no luchamos por nuestra patria! ¡sino por nuestro recuerdo!
Días después se enfrentaron y los Demanos lucharon con valentía y fuerza pero no pudieron con la inteligencia y estrategia de los espartanos que les plantearon una batalla en la que no les izo falta siquiera ni caminar, un grupo de guerreros plantado con los escudos a forma de bunquer de el que solo asomaban sus lanzas, los Demanos esperaban haber si encontraban un hueco al que lanzar una flecha o en el que clavar una espada pero los espartanos no se movían parecía  que ni si quiera respirasen, solo se oía un silencio estremecedor, presos de la desesperación y hartos de esperar horas los Demanos se lanzaron sobre los escudos espartanos dándoles golpes pero era inútil ya que un golpe en el escudo no afectaba a los espartanos que lo único que tenían que hacer era aguantar las lanzas con las que los Demanos se estaban muriendo, ese día no murió ningún espartano, y ese grupo de 300 hombres empezó a escribir su propia historia...

Sergio Saiz Sañudo  3A