Había un hombre de 80 años que cada día que pasaba se sentía
más solo, hacía ya muchos años que su único amor le había abandonado y no tenía a nadie
a quien contarle sus penas.Su perro era lo más parecido a un amigo que había en
su aburrida vida, se pasaba las horas sentado frente a la hoguera de su pequeña
casa o limpiando cosas que ya estaban impolutas.
Tras muchos años viviendo en un pueblo de tan solo 13
habitantes, vino a vivir frente a él una anciana de edad similar a la del
hombre, estuvieron 10 meses sin hablarse, sin ni siquiera presentarse, hasta que
un día el anciano se presentó en la puerta de aquella mujer y le dijo lo que
sentía y que estaba enamorado de ella, la mujer se derrumbó y se puso a llorar
echándose a sus brazos confesándole que era la mujer que cuando tenían 20 años
lo abandonó y que había vuelto arrepentida y enamorada.
Sergio Saiz Sañudo
No hay comentarios:
Publicar un comentario